La intersección entre la ciencia y la tecnología en las artes
Pensando en activar la participación y las nuevas formas de relación ciudadana, el Instituto Distrital de las Artes - Idartes, cuenta con una línea estratégica transversal de Arte, Ciencia y Tecnología, creada para acompañar los cambios tecnológicos que se han venido presentado en el campo artístico.
Andrés García Larota es su coordinador, asume el rol desde el 2016, año en que se conformó está línea. Su investigación y experiencia han sido entorno a la fotografía digital, el videoarte, la videoinstalación, soportes electrónicos y digitales. Es artista visual, Magíster en Humanidades Digitales de la Universidad de Los Andes, y especialista en Gestión estratégica de Diseño de la Universidad de Buenos Aires (FADU).
La creación de esta línea surgió paulatinamente. En el año 2000 se consolidó un grupo de artistas independientes del que hacía parte Andrés y algunos miembros de su equipo actual en Idartes. Ellos fueron los creadores del proyecto Experimenta Colombia, con el que realizaron alrededor de ocho festivales en los que reunían el arte, la ciencia y la tecnología. 11 años después este grupo de artistas fue convocado por la Fundación Gilberto Alzate Avendaño para la creación de un proyecto que integrará estas disciplinas, y es ahí donde emana Plataforma Bogotá, proyecto que dio paso a la conformación de esta línea ejecutada por Idartes.
Andrés afirma que uno de los grandes logros alcanzados con esta línea, es que ha dado origen a un lugar en el que pueden habitar los artistas que trabajan con ciencia y los científicos que trabajan con arte. Lo describe como un ecosistema, extraño, que permite el encuentro de flujos de laboratorio. Para explicarlo mejor hace referencia a dos proyectos y programas como CKWEB, la estación experimental de producción sonora y audiovisual, y el laboratorio ya mencionado Plataforma Bogotá, un espacio interactivo para la investigación y experimentación transdisciplinar. Proyectos que han hecho un gran aporte a la ciudad en materia de arte en la lógica digital y han sido puntas de lanza en la relación arte, ciencia, y tecnología para América Latina.
“Es difícil encontrar un momento exacto donde el arte y la ciencia fueron iguales, pero entre los ires y venires tampoco su separación. Sin embargo, en muchos casos, podemos afirmar que en su técnica las dos disciplinas dependen de la tecnología para su representación. Un ejemplo milenario histórico - prehistórico, son los dibujos rupestres, estos, además de su importancia artística como las primeras representaciones del arte humano, se destacaron por describir a manera de tutorial, una tecnología científica en su elaboración pictórica”, señala Andrés al mencionar que la relación entre arte, ciencia y tecnología siempre ha existido y nunca se han desligado, y es en este momento histórico donde se tiene la oportunidad de evidenciar la disolución de sus límites.
Andrés hace referencia y recomienda para ahondar en está relación, un libro árabe titulado Mecanismos Ingeniosos, en el que se dan a conocer las conjunciones entre arte y ciencia. “Tal vez es el primer libro tutorial donde el arte la ciencia y la tecnología se entremezclaban en formas utilitarias, también inútiles, lúdicas, liricistas, un referente directo que tomó el artista Leonardo Da Vinci para sus propias investigaciones”.
El trabajo conjunto de estas tres disciplinas evidencian grandes transformaciones y han contribuido en la expanción de los límites creativos de las prácticas artísticas, acercando de este modo a los ciudadanos implicados y conectándolos con la convergencia digital en las artes; labor que asegura Andrés ha sido ardua pero alcanzada. “Realmente ha sido un reto poder acortar esta brecha entre arte y ciencia, y llegar a los grandes públicos, es decir a todo el mundo, igual lo hemos logrado, y una prueba de ello es nuestro proyecto Amigos Reales, Amigos Imaginarios. Éste sería un buen ejemplo de cómo cualquier ciudadano puede transitar entre la biosfera y la tecnósfera cruzando de manera transversal las dimensiones del campo artístico, pero también integrándose a algunas dimensiones del campo científico”, puntualiza.
Amigos Reales, Amigos Imaginarios, fue un laboratorio implementado en el 2019, para niños y jóvenes en el que se buscaba, a través del desarrollo de un personaje, el aprendizaje de diferentes softwares y herramientas digitales abiertas . Como lo son el desarrollo de programas de vectorizado, animación desde lo digital, pasando a la materialización a través de electrónica y plegabilidad para armar los personajes.
Aunque se podría pensar que con la nueva era digital y tecnológica, las artes empiezan a salir de su relato tradicional, el coordinador de la Línea de Arte, Ciencia y Tecnología asegura lo contrario y considera que los artistas siempre han estado en toda la capacidad de asumir estas transformaciones, porque como se sabe el arte es sinónimo de creatividad y expresión del mundo real e imaginario. “El arte siempre ha estado atento a detonar, a batallar y a remover los límites impuestos por la sociedad, el siglo XX nos dio la era digital el siglo XXI la era biodigital, y los artistas estamos presentes para romper esos límites”.
Dentro de las apuestas que tienen esta línea para el cuatrienio, está ampliar el nicho de ciudadanos involucrados con las acciones de arte, ciencia y tecnología, mediante la creación de un mapa del territorio digital, que permita a los artistas y a las personas interesadas en el arte digital, un mayor acceso y una comunicación directa y singular.
Por Lina Vásquez